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Arquitectos: HARQUITECTES
- Área: 209 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Adrià Goula
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Proveedores: Acor
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En una parcela sin demasiadas singularidades, el proyecto partió de la restricción que aportaba el estudio geotécnico, que indicaba que los primeros metros de subsuelo tenían una capacidad resistente muy baja. Para evitar una solución de cimentación profunda, poco viable econòmica y ambientalmente, fue necesario replantear la organización de la casa y sus sistemas constructivos. Se necesitaba una construcción muy ligera o alternativamente una construcción que repartiera muy homogéneamente las cargas al terreno. La opción de construcción ligera se descartó porque se creyó necesario tener el máximo de inercia tèrmica interior para garantizar un mejor confort pasivo.
La primera decisión fue hacer una casa en planta baja para repartir el peso de la edificación. La segunda, utilizar solera para transmitir el peso de los pavimentos y del uso directamente al terreno. La tercera, utilizar un sistema estructural lineal y en retícula que repartieran al máximo y de manera proporcional las cargas de la cubierta al terreno: llevar el proyecto al límite, ajustando al máximo y sobrecargando el terreno hasta el extremo para conseguir la casa más pesada posible, con la màxima masa (inercia) admisible por el terreno.
El volumen liberado debajo de la solera se rellenó con un grueso lecho de gravas, creando un acumulador térmico con mucha inercia que sirve para pretratar el aire de renovación de la casa. Durante todo el proceso se intentó que la solución de un problema fuera, a su vez, una ocasión para introducir mejoras en el proyecto. El programa se distribuye en diez espacios equivalentes de 3,5 x 5,12 metros. La polivalencia de estos 18 metros cuadrados y las generosas relaciones entre ellos ofrece, sorprendentemente, mucha libertad y permite imaginar que la casa pueda ser utilizada de muchas maneras diferentes a lo largo de los años, creando estancias que se pueden entender como segregadas o como un único gran espacio continuo.
Se intentó resolver una arquitectura que surgiera de lo mínimo y necesario, evitando elementos superfluos, pero que a la vez sugiriera el máximo potencial de uso posible. La casa es tan solo una infraestructura donde los usuarios pueden escoger cuál es la mejor manera de apropiársela. La protección solar reproduce la retícula interior en forma de pequeñas capillas vegetales de hoja caduca, creando un umbral estacionario que evitarà que el sol de verano sobrecaliente la casa y minimizará la presencia de la construcción que se irá fusionando con el jardín. La casa y el jardín querrían ser una misma cosa. Vivir utilizando toda la parcela.